martes, 22 de noviembre de 2016

El Surrealismo y la Psicoterapia


El Surrealismo comienza en 1924 en París con la publicación del "Manifiesto Surrealista" de André Breton, quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad.
Siendo conocedor de Freud pensó en la posibilidad que ofrecía el psicoanálisis como método de creación artística.

Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control. Intentan plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las imágenes de la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los sueños. Para lo que utilizan recursos como: animación de lo inanimado, aislamiento de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis, máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías. El pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración, en el erotismo descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma impúdica.




Se interesaron además por el arte de los pueblos primitivos, el arte de los niños y de los dementes. Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos, lo que significa que importaba más el asunto que la propia realización.

El surrealismo adopta la idea de Freud sobre su “Teoría del Inconsciente” partiendo del concepto de inconsciente de la filosofía alemana de principios del siglo XIX y que el científico Eduard von Hartmann había recapitulado en su obra Filosofía del inconsciente, aparecida en 1868, Freud define su inconsciente de manera original. "La observación de la vida normal de vigilia" parecía validar esa concepción clásica del inconsciente. Pero "el análisis de las formaciones psicopatológicas de la vida cotidiana y del sueño" había hecho aparecer al inconsciente como "una función de dos sistemas muy distintos". En adelante, junto al consciente había que concebir dos tipos de inconsciente, ambos inconscientes en el sentido descriptivo, pero muy distintos en cuanto a su dinámica y al devenir de sus contenidos: los del inconsciente propiamente dicho no podían llegar nunca a la conciencia, mientras que los contenidos del otro, denominado por tal razón preconsciente, alcanzaban la conciencia en ciertas condiciones, sobre todo después de pasar el control de una forma de censura.


El uso de las imágenes surrealistas en terapia sirven de ayuda y apoyo al psicoterapeuta a la hora de trabajar con los pacientes. El empleo de estas imágenes facilita la proyección del inconsciente, teniendo la oportunidad así de abordar situaciones que antes estaban reprimidas bajo cualquier mecanismo de defensa. 
Es también una herramienta útil para indagar más en la problemática específica del paciente, para observar la relación con su entorno y el modo de afrontar la situación actual.
Esta técnica se puede trabajar con niños, adolescentes y adultos.



0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Psicoterapia Infantil Template by Ipietoon Cute Blog Design