La técnica de la silla vacía o silla caliente que se utiliza con adultos , consiste en sentar al paciente en una silla o cojín y delante de él poner otra silla o almohadón vacío y desde ahí empezar un diálogo imaginario, bien entre dos partes de la persona, bien con otra persona. Como muchas veces esta técnica es rechazada por los niños, se puede utilizar para ello un muñeco.
El muñeco, preferentemente un
oso, según la propuesta de Loreta Cornejo, estará siempre en la sesión, el niño
sabe que puede jugar con él, cuando los niños dicen algo acerca de él, el o la
terapeuta puede entablar un diálogo con el niño asumiendo el papel del muñeco. El
muñeco puede usarse también para romper el hielo en las primeras sesiones.
Es conveniente que el muñeco
terapéutico se mas o menos acorde al tamaño del niño para que el niño pueda
jugar, abrazar o pelear con el muñeco. Para el uso de la terapia debemos de
establecer un diálogo entre el muñeco terapéutico y el niño, esto nos ayudará a
que el niño proyecte su inconsciente aunque es necesario hacerle saber que no
puede agredir al terapeuta tampoco dañar algo del consultorio en este caso, no
tendría que dañar al muñeco terapéutico, sí lo puede golpear pero no lo puede
romper. De lo contrario tendríamos que utilizar un muñeco nuevo en cada sesión.
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